Somos mujeres de campo
de fresas y de naranjos,
de aceitunas de colores
de fuertes manos de roble.
Somos columna en la vida
repleta de limoneros,
de manzanos, de perales
de melones y de ciruelos.
Somos mujeres de campo
bañadas por aguas tibias,
y en cada cascada su fuerza
nos viste nueva la sonrisa.
Somos como la brisa suave
que envuelve el alma de vida,
y con olores de campo
el corazón nos abriga.
Somos mujeres de campo
con unas manos curtidas,
y en cada caricia entregamos
amor, pasión y alegría.
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